MEDITACIÓN (ZAZEN) NO ES UNA CONDICIÓN ESPECIAL DEL ESPÍRITU
Zazen no es un método de enseñanza que requiera condiciones mentales especiales; no es un método para crear una personalidad especial; es el retorno a lo normal y a la tranquilidad. Por ello zazen acaba con las preocupaciones de nuestra complicada al mismo tiempo tan frágil sociedad, y trata de conducirla a las condiciones auténticas del espíritu.
Durante la práctica de zazen no es necesario expulsar los malos pensamientos, pero hay que tener cuidado de no seguirlos o retenerlos, de no fijar la atención en uno de ellos. Si nos sentamos en estas condiciones durante un período un poco largo de tiempo, experimentaremos sensaciones parecidas a las de los sueños, e incluso, al igual que cuando despertamos tras un sueño, no podremos recordar nada perfectamente, al acabar zazen no podemos acordarnos de nuestros malos pensamientos. Si conseguimos parar todos los pensamientos, la sabiduría de nuestro espíritu evoluciona con normalidad, y nuestro espíritu, al estar vacío, puede ver mucho más lejos que antes.
Dogen compuso un poema sobre este punto:
«Suponed que el claro de luna brilla en nuestro espíritu claro y puro.
Incluso si los malos pensamientos se alzan y se van extendiendo como olas,
la luz de la luna permanece y las olas también se convierten en claro de luna.»