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Responsable: Dr. Alfons Endres. Email: alfonsendres10@gmail.com y alfons_endres@hotmail.com Teléfono: (+58)04128620515 Todos los temas aquí expuestos son de mi autoría, a menos que se especifique lo contrario.

lunes, marzo 16, 2015

¿Meditación o Medicación?


Hago un llamado a Médicos, enfermeras, Sacerdotes, Monjes, Monjas, Políticos, Madres y Padres de Familia, Profesores… A quien pueda interesar… O sea a toda la humanidad: ¿Hasta cuando vamos a tratar al Ser Humano como un rompecabezas? donde cada  sector social  o gremio  tiene  una pieza y  cree  que es la única, por tanto lo que descubre o hace con ella es lo último. Pues notifico que no es así; mientras trabajemos así, lo  que  conseguiremos es un humano seccionado, dividido, mutilado, desorientado y perdido… ahogado en si mismo. Cualquier parecido con el proyecto original es pura casualidad o una excepción. Es urgente concientizar que somos seres de Universo, Unidos, inseparables e indivisibles; por tanto debemos exigirnos y exigir, tratarnos o ser tratados de forma integral.
¿Qué significa esto? Que debemos concientizar que estamos compuestos por -sería más adecuado decir, ¡somos!- 5 cuerpos energéticos: Físico,  Etérico, Astral, Mental y Espiritual. Los cuales son indivisibles, y esto significa que interactúan y son interdependientes entre si. Si los dividimos perderían su sentido y estarían destinados al deterioro y a la desaparición gradual o espontánea.
Es increíble como las culturas antiguas estaban más concientes de esto que nosotros hoy día. Hace 5000 años se escribió en el texto más antiguo de Medicina Interna del Planeta el Huan Di Neijing que: “En la alta antigüedad cuando el hombre enfermaba acudía al Templo a sanarse”. Es importante aclarar, que no se refiere al templo exterior, sino nuestro templo, el cuerpo físico… y esto es muy sensato, porque el enfermo soy yo, por tanto es lógico que debo buscar en mí… pero no de cualquier forma, sino a través de la Meditación.
Si enfermamos es porque hemos perdido la Unicidad; la alineación de pensamiento, sentimiento y acción se ha perdido, y esto lleva a la pérdida de la interacción entre los cuerpos energéticos y por tanto al estancamiento o interrupción del flujo energético entre ellos. Si en ves de correr a buscar ayuda externa -a   los   templos   externos,  que  en  un tiempo antiguo fueron los templos religiosos y en la actualidad son los hospitales, acudimos a nuestro interior; de forma innata y espontánea activaríamos elementos que nos permitirían descubrir los motivos de esa división para activar los elementos de autosanación y así poder reestablecer el estado de salud adecuado.
Ante todo dense siempre -sin fanatismo, autosuficiencia ni soberbia- la primera oportunidad… no se dejen excluir de su proceso de sanación, son ustedes los que están enfermos y son ustedes los que tienen que querer estar sanos… asuman su responsabilidad en el proceso. No podemos cerrar los ojos y fingir que no pasa nada, ¡No!  Hoy al igual que en la antigüedad se sabe que el estado de salud que tenemos se debe al estilo de vida que llevamos y no hay forma de hacernos los locos… ¡ya no!, sabemos demasiado y si no es concientemente, es inconcientemente… da igual, el hecho es que somos demasiado inteligentes como para sentarnos de brazos cruzados, sollozar y fingir que es injusto lo que nos pasa o que no entendemos lo que nos está pasando.
“Más vale prevenir que lamentar” Mediten diariamente, mantengan el templo limpio -de sinsentidos y desamores-, resplandeciente -de luz- y resonante -de vibración, resonancia- para mantener el equilibrio y la armonía entre los cuerpos energéticos, mantenerlos Unidos y en el sentido vibrante del Universo. No se recuerden de Santa Bárbara cuando truena, si se espera a cuando se esta enfermo para comenzar a meditar puede resultar difícil… si se Medita todos los días un poco, puede ser fácil…
“Más Meditación, menos Medicación”
Recuerdos de Humanidad
Alfons Endres

La enfermedad
La enfermedad no es un proceso natural del hombre, sino que es un acontecimiento   fruto   del  dejar de hacer la parte que le corresponde a cada uno. En estas condiciones, la enfermedad se convierte en un SIGNO LUMINOSO que puede y debe hacer al hombre, recapacitar sobre la posición que desarrolla en su Universo. Consecuentemente, la apari­ción del sufrimiento representa el equivalente educativo en el que el hombre se ve inmerso al desoír la llamada de su propio corazón, la llamada de los otros corazones, y el eco aún audible de la Fuerza Original ”.
La estrella fugaz  
 J. L. Padilla Corral